La aceptación del propio cuerpo es un tema complicado para muchas mujeres. Aunque vistas de una forma muy despectiva por muchos, las cirugías estéticas son una herramienta que muchas mujeres deciden utilizar. Los motivos pueden abarcar incluso temas serios como enfermedades. Ante eso, muchas de las mujeres católicas se preguntan si las cirugías estéticas son aceptables a los ojos de Dios y de la Iglesia.
La doctrina de la Iglesia no habla específicamente sobre los procedimientos quirúrgicos, como las mamoplastias, pero diferentes sacerdotes y autoridades sí se dirigen en torno a un tema en específico: la intencionalidad. ¿Qué lleva a la persona a querer someterse a este proceso? ¿Lo hace por agradar a los demás o por agradarse a sí mismo? En parte, tener esas respuestas es lo que permitirá saber si las intenciones son sanas. La Iglesia, desde los medios vaticanos, no puede establecer un parámetro único porque cada mujer y cada realidad es distinta.
Lo más natural posible
Ante estos dilemas, hay mujeres que buscan implantes mamarios, pero que no se vean artificiales, sino que tengan una forma totalmente anatómica, lo más parecida a los senos naturales. El mercado ha avanzado tanto que hoy por hoy existen empresas como Motiva que ofrecen implantes anatomicos para ser utilizados por cirujanos en las pacientes que así lo decidan.
En verdad, cada paciente tiene sus propias necesidades y es por eso que juzgar bajo el mismo rasero religioso a todos es un error garrafal. Incluso, los procedimientos se ven afectados por los prejuicios y la Iglesia no puede tener una posición única ante todos los casos. Los implantes anatómicos son una herramienta que sirve a muchas mujeres que desean o necesitan tener un busto que parezca lo más natural posible. Si sus intenciones son honestas, Dios y la Iglesia estarán a su lado.